Tal como ocurre en la política global, también la historia de la arquitectura ha tendido a considerar a los refugiados como meros excedentes humanos. De ahí que, por lo general, las historias de la arquitectura al uso se hayan limitado a reproducir la exclusión de los refugiados por parte del Estado-nación como personas fuera de lugar. Este libro examina algunas de las intersecciones, que a menudo se han ignorado, pero sin duda resultan decisivas, entre el desplazamiento masivo de la población y la arquitectura en un recorrido por los siglos XIX y XX hasta llegar al presente. Señalando la figura del refugiado como el tema político colectivo central de nuestro tiempo, este estudio intenta iniciar una historia de la arquitectura de los refugiados que pueda recogerse tanto en las historias de la arquitectura como en las que dan cuenta del desplazamiento de refugiados.