El libro esta vez tiene miedo de la oscuridad y no consigue dormirse. Hay que consolarle dulcemente y aliviar sus preocupaciones. No es fácil, pero con la ayuda del ratoncito, el libro se duerme tranquilo.
¿Permite el uso de cookies de nuestro sitio web en este navegador?
Utilizamos cookies para ofrecer una mejor experiencia en este sitio web. Puede obtener más información sobre nuestras cookies y cómo las utilizamos en nuestro Política de Cookies.