Es sabido que Nietzsche fue una referencia esencial para Foucault, pero la lectura que este hizo del filósofo alemán tal vez fue una lectura limitada. El elogio que Bouveresse hace de Foucault es completamente "sincero", pero tiene una función: demostrar que las críticas que le dirige no se deben a la simpatía o a la antipatía, sino únicamente a un afán de rigor.