La historia de un reguero de secuestros y asesinatos programados de adolescentes, a cuyo agresor nadie ha sido capaz de acercarse.Por la mañana aparece el cadáver de una mujer en el madrileño parque de El Capricho. No hace falta investigar su identidad, ya que tiene el DNI en el bolsillo de su extraña indumentaria, un babi gris parecido al de las presas. Se llama Dalila Conde. La causa de su muerte, una estocada en la nuca. Sus labios están sellados por una perfecta cruz griega. Características que pronto harán saltar todas las alarmas de la policía, ya que el caso parece enmarcarse dentro de una macabra investigación que lleva veinte años abierta: la de las niñas de la cruz. El cadáver de Dalila Conde no es más que un recordatorio de que la cuarta niña de la cruz sigue secuestrada.