Y un día como hoy aposté por ti y perdí. Y volvería a apostar lo mismo mil veces. Y me quiero, y ese es el camino correcto para querer al resto. He estado perdidamente equivocada, buscando la felicidad en sonrisas ajenas. La felicidad no está al lado de nadie, está dentro de uno mismo. Y ahí está mi hogar. ¿Sabes? He fallado mil veces, pero seguir a mi corazón es la única forma que tengo de saber que aunque pierda, soy una auténtica ganadora.