Tenemos un fuerte instinto de pertenecer a pequeños grupos (Tribus) definidos por un claro propósito y entendimiento. Esta conexión tribal se ha perdido en gran medida en la sociedad moderna, pero recuperarla puede ser la clave de nuestra supervivencia psicológica. La sociedad tribal ha estado ejerciendo una atracción casi gravitacional sobre los occidentales durante cientos de años, y la razón se encuentra en lo profundo de nuestro pasado evolutivo como especie comunal. El ejemplo más reciente de esa atracción son los veteranos de combate que regresan a casa y pierden por completo los vínculos increíblemente íntimos de la vida del pelotón.