Este libro se centra en el período comprendido entre mediados de los 60 hasta principios de los años 70. Angela Davis expone el punto de vista de una militante negra sobre uno de los momentos más efervescentes de la historia política reciente, cuando el imperialismo norteamericano estaba a la defensiva tanto en el exterior (perdiendo en Vietnam, amenazado con movimientos de liberación en el Tercer Mundo) como en el frente interior. Durante este periodo fue perseguida y encarcelada por diversas autoridades de Estados Unidos, falsamente acusada de secuestro, conspiración, asesinato, etc.