En su último libro, Greil Marcus, quizá el crítico cultural más influyente de todos los tiempos, compone el que probablemente sea su ensayo más apasionado e intenso. Rehuyendo la historia oficial -la enciclopédica, la del Salón de la Fama del Rock, la de los grandes éxitos-, Marcus revive diez canciones fundamentales que, por su influencia y por cómo han resonado a lo largo de las décadas, han supuesto un hito de la música popular. Ensayando breves biografías de los autores de las canciones o las de aquellos que les pusieron voz, dejando que los sonidos evoquen y convoquen el eco que las canciones originales propulsaron, Marcus, a modo de caja de resonancia, trata de apresar la esencia misma de la canción pop: su cualidad perdurable y a la vez fugaz. «Shake Some Action» de The Flamin´ Groovies, «Transmission» de Joy Division, «In the Still of the Nite» de Fred Parris y The Five Satins, luego retomada por The Slades;«All I Could Do Was Cry» de Etta James y, décadas después, cantada por Beyoncé;«Crying, Waiting, Hoping» de Buddy Holly, «Money (That´s What I Want)» de Barrett Strong, reinventada por los Beatles;«Money Changes Everything» de The Brains, años después reformulada por Cyndi Lauper;«This Magic Moment», escrita por Doc Pomus y Mort Shuman e inmortalizada por Ben E. King y The Drifters;la experimental «Guitar Drag» de Christian Marclay, «To Know Him Is to Love Him» de Phil Spector, que Amy Winehouse hizo suya casi cincuenta años después, configuran la particular historia del rock de Greil Marcus que, con su estilo vibrante, próximo a la «spontaneous prose» beatnik, da una nueva lección de literatura musical y demuestra por qué la música popular tiene una importancia capital en nuestra cultura.