Los poemas que acoge este libro conforman un mapa físico que nos muestra la geografía del alma en la que vislumbramos los surcos del tiempo en el relieve de sus versos: Altas cumbres donde reinan los sueños, hondonadas que la noche colma de su sombra, el suceder de los días bramando como un río caudaloso, lagos que son espejos donde mirarse, volcánicas pasiones, montañas intransitables como una mancha que derrama el pasado, llanuras abrasadas por la luz, selvas habitadas por la soledad...