En estas páginas, auténtico Tratado contra el individualismo, se encuentra la sencillez del auténtico guía, lejos de discursos alambicados y altisonantes que muchas veces solo ocultan la oquedad. Quizás sea seña distintiva de los buenos maestros usar en la transmisión de su conocimiento palabras llanas para construir frases directas al compartir su saber. Esta sencillez del auténtico guía, lejos de discursos alambicados y altisonantes que muchas veces solo ocultan la oquedad, se encuentra en estas páginas, auténtico Tratado contra el individualismo. Pocas en cantidad, amplias en sentido, describen cómo la Francmasonería es mucho más que una escuela de Moral y por qué cada uno de nosotros debemos llevar a cabo la tarea que tenemos asignada -que deberemos hallar, si es necesario- cuando aún es de día, para no temer a la inevitable noche de nuestro fin terrenal.