Estas cartas de soldados alemanes, seleccionadas entre las que se guardan en el Deutsche Dienststelle de Berlín, nos ofrecen el testimonio directo de quienes lucharon en los diversos frentes, de Francia a la Unión Soviética, durante cerca de seis años. Unos testimonios que comienzan en septiembre de 1939 en Polonia, tranquilos y confiados, que nos relatan en 1940 y 1941 lo que no pasaba de ser un paseo triunfal por Francia, Checoslovaquia, Noruega o Grecia, que en 1942 y 1943 reflejan todo el horror de los combates en Stalingrado o en los desiertos del norte de África, y acaban, en 1944 y 1945, con la amargura de la derrota. Las cartas se nos ofrecen aquí con su texto completo, acompañadas de información sobre la personalidad y vida de quienes las escriben, porque lo que más importaba no era reunir noticias sobre la guerra, sino tratar de comprender a quienes la hicieron, seres humanos que se encontraron embarcados en una empresa de muerte contra otros seres humanos.