La vida de Antonio Carpintero, más conocido como Toni Romano, exboxeador, expolicía, va discurriendo a salto de mata en el Madrid que va transformándose después de Franco. Un día, inesperadamente, recibe la visita de Luis Robles, un antiguo amigo y compañero del servicio militar, entonces pobre, ahora empresario de éxito: un buen recuerdo. La visita es breve y con perspectiva de reencuentro, pero éste no llegará a producirse, pues a los pocos días Robles se suicida. Sin embargo, Toni advierte muchas pequeñas cosas que no le encajan y la fugaz visita, además, ha removido en él el calor de la antigua amistad, de modo que empezará a moverse con el objeto de aclarar el turbio asunto que olfatea.