A Celeste le pareció eterno el instante en el que con la mano temblorosa miró el palito de plástico. Era la primera vez que se hacía un test de embarazo y por eso necesitó estar acompañada por una de sus hermanas. Desde ese día de marzo, su vida se convierte en el escenario de inesperados acontecimientos y dramas. La despreocupación de una chica joven desaparece ante una nueva situación en la que los sueños se mezclan con la realidad y la pasión lucha contra la culpabilidad. Como la heroína de un cómic, Celeste, con el apoyo de su peculiar familia, tendrá que enfrentarse a inquietudes y miedos desconocidos. A lo largo de ese camino agridulce, descubrirá la fina línea que separa la vida de la muerte y encontrará su propia fuerza.