Todo lo que sé de barcos y navegación me lo enseñó Bruma Floater. A ella le debo en parte el haberme convertido en pirata. Bueno, a ella y a los habitantes del agua. Y al libro de tapas rojas que leía cuando era pequeña. Ahora que ha llegado el día de mi partida, el estómago se me encoge un poco. Aunque, bueno, a menudo, un punto y final es un punto de partida. Según cómo se mire. Esta historia trata de cómo los habitantes del Gran Muelle plantaron cara al temible Mármol Money, El Desahuciador;de cómo las personas se anudan y apoyan entre sí hasta crear una red terca, resistente y firme, y de cómo yo, Oona Langstrump, me convertí en pirata.