Escrita por su autor con el sólo propósito de reflejar el habla de sus personajes, El Jarama, Premio Nadal 1955, se convirtió en un hito de la novela española de la posguerra, paradigma del objetivismo que causaba furor en aquellos años, y detonante de la llamada «novela social». Bajo la aparente inanidad de su argumento -las conversaciones de un grupo de jóvenes madrileños que han ido a pasar un domingo del mes de agosto a orillas del río Jarama- se han reconocido todo tipo de significaciones: desde una poética reflexión sobre el paso del tiempo hasta un interpelador retrato de la España del momento. Con su misterioso encanto, la novela nunca ha perdido, desde su aparición, el favor de los lectores. «El Jarama es un libro maravilloso, donde se hace poesía de lo vulgar.» Miguel Delibes