La figura del rey Pedro I de Castilla ha vivido una apasionada pugna de elogios y detractores a partir de la primera guerra civil castellana (1351-1369) que enfrentó al legítimo monarca con su medio hermano, el futuro Enrique II. La estabilidad del nuevo reinado requería de la justificación del cobarde asesinato de don Pedro en Montiel basada en la creación del arquetipo de rey cruel al que debía enfrentarse Enrique por la salvación del reino. El canciller López de Ayala inserta esta obra dentro de la Historia de los reyes de Castilla que incluye las crónicas de estos dos reyes junto con las de don Juan y don Enrique III, en donde ensalza la imagen del rey bajo cuyo servicio está, comparándola con el carácter inhumano que describe del rey depuesto. Esta crónica con una clara función propagandística fue escrita dentro del contexto del primer reinado de los Trastámara en Castilla, suponiendo la pieza principal de la campaña en contra de Pedro I. La presente edición incluye algunos de los fragmentos más interesantes de la obra original, y en ellos podemos atestiguar la grandeza apocalíptica a la que se acoge el autor en muchas de sus páginas, siendo el más destacado gesto de acritud contra el rey.