Colección "Acceso al Saber". Serie: Filosofía nº 4.La ciencia y la tecnología nos están situando ante un proceso de avance constante en la creación de un nuevo mundo. Pero este mundo difícilmente se podrá crear solamente con la ciencia y la tecnología. Nosotros y nuestras formas de concebir eso que podríamos denominar la vida buena resultarán ser elementos fundamentales para dar a luz a un futuro más humano en el que lo tecnológico y lo científico tengan cabida. Nuestra manera de aproximarnos a lo correcto y a lo erróneo, así como nuestra capacidad para generar ideales frente a las limitaciones del conocimiento y las tentaciones del orgullo y las vías fáciles, serán trayectorias que posibiliten la ejecución de un futuro más apropiado para el ser humano.Sabemos que las ciencias y las tecnologías a menudo tienen consecuencias sobre la ética y la política. Y también somos conscientes de lo inverso: que ética y política influyen cada vez más sobre la ciencia y la tecnología, ya sea mediante leyes, regulaciones e iniciativas políticonormativas, como a través del estímulo del debate público. Sin embargo, nuestra experiencia más reciente sugiere que una tercera dimensión, los valores, influirá en el desarrollo de y el apoyo a la ciencia en el futuro.Parece lógico, por lo tanto, hacer un llamamiento a los miembros de la comunidad tecnocientífica científica para implicar a más personas en las discusiones acerca del significado y la utilidad de la ciencia, la tecnología y la ingeniería;una implicación entendida como estimulación para que los científicos y los ingenieros examinen sus propias responsabilidades y el carácter socio-ético de sus profesiones. Para ello, además, convendría no olvidar una recomendación: que el público no especializado deje de polarizar sus actitudes entre la crítica ciega o agria y el entusiasmo ingenuo.