Durante la segunda guerra mundial, Lisboa se convirtió en la última puerta de embarque hacia la libertad. Durante los años de la contienda pulularon por Lisboa agentes secretos de ambos bandos, embajadores del Eje y de los Aliados, aristócratas como los incómodos duques de Windsor, estrellas cinematográficas, tropas de paso y gente corriente, arruinada tras una peligrosa huida a través de la Francia ocupada y la España franquista. La ruta de Lisboa narra impresionantes historias en las que se mezclan el heroísmo y la mezquindad con el sufrimiento de cuantos vieron su vida destrozada por la guerra.