¿Por qué hay gente que está a favor del reparto de la riqueza, del intervencionismo estatal en la economía, del aborto y de la lucha contra el cambio climático, mientras que otros piensan justo lo contrario sobre todos estos temas? ¿De qué depende que una persona sea de izquierdas o de derechas? ¿Por qué la derecha no reivindica para sí superioridad moral alguna? ¿Por qué la izquierda no deja de dividirse? Al contrario que tantos otros, este ensayo no acumula preguntas teóricas para luego dejarlas en el aire. El autor analiza los fundamentos de la política y las ideologías y, a medida que va respondiendo a estas cuestiones, aventura una conclusión: las fortalezas y debilidades de la izquierda proceden de su superioridad moral, lo que permite a la derecha arrogarse la superioridad intelectual. Sin renunciar a ideas provocadoras (el comunismo soñado por Kant) ni a la actualidad (las disputas de Corbyn, Mélenchon y Podemos con la socialdemocracia), Ignacio Sánchez-Cuenca aborda de forma sencilla y directa la cuestión fundamental de por qué, si la izquierda contempla las ideas más bellas sobre justicia social e igualdad, acumula tantas y tantas derrotas.