En la última década de su vida, Luria escribió dos libros fascinantes, Pequeño libro de una gran memoria (publicado en esta colección en 2009) y Mundo perdidoy recuperado. En cada texto se ocupa de un único caso clínico. Ambos textos ilustran la combinación de los enfoques clásicos experimentales con los enfoques clínicos rehabilitadores, síntesis que sigue siendo canónica para la ciencia cognitiva actual. En ambos libros, Luria huyó del retrato imaginario para elegir a un hombre con una característica que, de forma incuestionable, le hacía diferente a los demás, jugando un papel decisivo al determinar su carácter y personalidad. Eligió para este estudio a un hombre joven que fue herido, durante la Segunda Guerra Mundial, por un proyectil que destruyó una parte de su cerebro -el lóbulo parietal del hemisferio izquierdo-, afectando gravemente a sus funciones cognitivas, hasta el punto de que su probabilidad de recuperación era casi nula, un joven que, sin embargo, admirablemente, gracias a la rehabilitación neuropsicológica y a un denodado esfuerzo personal, consiguió recuperar gran parte de su memoria, lenguaje y habilidades de lectura, escritura y orientación. El estudio conjugado, íntimo y a la vez desapasionado de esta asombrosa aventura científica y personal ha contribuido a que que este libro, hasta hoy inédito en castellano, merezca ser reconocido como un testimonio impresionante de que la ciencia no sólo es ilustrativa y clarificadora, sino que sus historias pueden resultar absolutamente conmovedoras.