Adiós a Emmanuel Lévinas

ISBN: 9788481642834
Colección MINIMA TROTTA
Autor: Derrida, Jacques
Editorial: TROTTA EDITORIAL
Publicado: 1.998
Clase: LIBROS

Idioma: SPA
Encuadernación: RUSTICA
Páginas: 156
Plazo de entrega: 5 Días
https://indexbooks.es/web/image/product.template/328822/image_1920?unique=d17dbfa
(0 reseña)

13,30 € 13.3 EUR 14,00 €

14,00 €

Not Available For Sale

    Esta combinación no existe.

     

    Por primera vez se recogen juntos en lengua castellana los dos discursos pronunciados por Jacques Derrida con motivo del fallecimiento de su colega Emmanuel Lévinas. En sus intervenciones, Derrida, creador y máximo exponente del llamado movimiento «deconstruccionista», desglosa la obra de Lévinas, recorriendo las grandes líneas de pensamiento del filósofo e introduciendo, a la vez, su propia visión del contenido de la obra de Lévinas. «Cada vez que leo o releo a Emmanuel Lévinas quedo deslumbrado de gratitud y de admiración, deslumbrado por esa necesidadque no es una coacción sino una fuerza muy suave que obliga, y que obliga no ya a doblegar de otro modo el espacio del pensamiento en su respeto del otro, sino a llegar hasta esa otra curvatura heteronómica que nos remite a lo radicalmente otro (es decir, a la justicia) [...] »A través de alusiones discretas pero transparentes, Lévinas orienta nuestras miradas hacia eso que hoy está ocurriendo, tanto en Israel como en Europa o Francia, en África, en América o en Asia, desde la Primera Guerra Mundial al menos, desde aquello que Hannah Arendt llamó El declive del Estado-Nación: en cualquier lugar donde refugiados de toda especie, inmigrados con o sin ciudadanía, exiliados o desplazados, con o sin papeles, desde el corazón de la Europa nazi a la ex-Yugoslavia, desde el Medio Oriente a Ruanda, desde el Zaire hasta California, desde la iglesia de San Bernardo al distrito XIII de París, camboyanos, armenios, palestinos, argelinos y tantos y tantos otros, reclaman una mutación del espacio socio y geopolítico, una mutación jurídico-política pero, antes que nada, si este límite conserva aún supertinencia, una conversión ética.»