«¿Por qué no intentar hacer de nuestras clases el lugar de aprendizaje, perseverante y al mismo tiempo alegre, de la libertad de pensar y de la capacidad de construir un espacio común?» Frente a las desigualdades y a las injusticias, al auge de los individualismos y fundamentalismos, a las crisis de todo tipo que amenazan nuestro futuro común, ¿puede aún la educación hacer algo? ¿Cómo repensar nuestra Escuela para que logre responder a cuestiones tan urgentes? En este nuevo ensayo, personal y como siempre comprometido, Philippe Meirieu cuenta su historia de la pedagogía. Desde los «Húsares negros» de la República hasta los «niños salvajes», desde Rousseau a Montessori, Freinet y tantos otros, entrega un fresco apasionante que recorre los encuentros, trabajos y compromisos que contribuyeron a forjar sus convicciones. Al describirse a sí mismo como alumno y profesor, estudiante e investigador, padre de familia y ciudadano comprometido, despliega una gran polifonía de roles que es importante aprovechar si queremos concebir una educación para todos y por fin lograr, quizás, enseñar a nuestros hijos a pensar por sí mismos y a trabajar juntos en la construcción de una sociedad más solidaria. Una ambición que los educadores pueden encarnar a diario, en los gestos más insignificantes..