La política ha ocupado de nuevo un lugar central en la vida de los ciudadanos españoles. Ideología, imagen, creación de una identidad ganadora se proyectan en un discurso mediatizado donde cómo llegar al votante, "cómo decir", es más importante que el propio contenido de los mensajes. El objetivo es la conquista del poder. Para ello es necesario recurrir a estrategias persuasivas donde lenguaje y emoción suelen darse la mano. En el presente trabajo, un conjunto de expertos analiza el discurso político en España, Colombia y México, y nos muestra cómo en esa puesta en escena el lenguaje es un instrumento poderoso para llegar al otro. El agente político configura una identidad, crea una imagen individual y una imagen grupal para transmitir una ideología y conseguir persuadir al votante. Describir un discurso que tiene toda esta potencialidad es un reto y una ocasión inmejorable para aprender la virtualidad de la palabra. Intensificación, atenuación, metaforización o coloquialización son algunas de las estrategias donde léxico, sintaxis, fonética y lenguaje no verbal se unen para conseguir ese "uso retórico", necesario en todo buen político.