«Rumbo a Belgrado», de Eladi Romero e Iván Romero. Ciudad tradicional y a la vez moderna y dinámica, Belgrado recientemente está promocionándose mostrando sus bellezas, sus numerosos museos, sus barrios donde la música suena constantemente por las calles, sus modernos festivales musicales, sus riberas danubianas o situadas junto al río Sava, su dilatada historia y su cultura eslava. Vale la pena dedicar algunos días a esta ciudad, muy típicamente centroeuropea en algunos aspectos -por ejemplo, en sus edificios decimonónicos, vinculados a la arquitectura del Imperio austriaco-, pero muy eslava en otros -como sus fiestas o su cultura gastronómica-. Una mezcla amable y a la vez agradable, donde destacan una agitada vida nocturna, la música callejera, los numerosos cafés con terraza, los variados museos y el aire melancólico de otoño.