TIEMPO DE HIJOS ¿Qué pasa con mi cuerpo? ¿Por qué tengo reacciones extrañas que no puedo controlar? Aquella figura que veo en el espejo, ¿soy todavía yo? ¿Cómo es que mis padres no quieren ver que ya no soy una niña? Estas y miles de otras preguntas aparecen cuando comienza la adolescencia, esa fase de la vida tan complicada y llena de misterios por la que todos hemos de pasar, en la que un día preferimos ser aún pequeños y otro que nos traten como adultos, en la que nos peleamos constantemente con nuestros padres, nos enfadamos con los amigos sin saber por qué, no nos podemos concentrar en clase y, a veces, nos encerramos en nuestro cuarto con unas absurdas ganas de llorar. Este libro, basado en una larga experiencia profesional, transmite las experiencias de muchos chicos y chicas que, con sus propias palabras expresan sus sentimientos más sinceros, sus dudas, rabias, deseos y sueños. Cualquier adolescente conectará inmediatamente con las preocupaciones y preguntas expresadas por las y los jóvenes protagonistas de este libro y sentirá un gran alivio cuando descubra que otros lo pasan a veces tan mal como ellos y qué todo tiene un porqué. TIEMPO DE PADRES ¿Qué le ocurre a mi hijo? ¡No le reconozco! ¿Nos estaremos distanciando? ¿Por qué discutimos o peleamos continuamente? ¿Soy incapaz de comprenderle? ¿Qué puedo hacer para ayudarle? ¿Qué le está pasando a mi familia? Estas y miles de otras preguntas son las que se hacen los adultos cuando sus hijos entran en la adolescencia, esa fase de la vida tan complicada y llena de misterios, en la que un día prefieren ser aún pequeños y otro que les trates como adultos, en la que las peleas en casa son constantes, se enfadan con los amigos, no se pueden concentrar en clase y, a veces, se ponen a llorar sin motivo aparente. Pero también durante la adolescencia los padres están confusos ante los cambios de sus hijos y este libro, basado en una larga experiencia profesional, quiere transmitirles a ellos también los testimonios de muchos padres y madres, hijos e hijas que, con sus propias palabras expresan sus sentimientos más sinceros, sus dudas, rabias, deseos y sueños. La mejor ayuda que se puede brindar a unos padres preocupados es, sin duda, explicarles todos los problemas con los que deben enfrentarse los adolescentes y ofrecerles buenos consejos para saber distinguir entre conflictos y estados de ánimo propios de esta fase del desarrollo y aquellos comportamientos que pueden ser motivo de preocupación y tal vez de consulta y asesoramiento psicológicos.