¿Somos inmortales? propone una teoría tan sencilla como novedosa y sorprendente. Basándose en sólidas evidencias científicas, y llegando a conclusiones no muy alejadas de las filosofías no-dualistas, Anthony Peake plantea que la muerte personal es una imposibilidad científica. A partir de los últimos hallazgos de la neurología, la física cuántica y los estudios sobre la conciencia, Peake sugiere que no morimos nunca y que, definitivamente, la vida no es lo que parece.