El liberalismo no es -o no es solamente- una opción ideológica. Es una aplicación rigurosa de la ciencia económica a los problemas sociales. No hay una economía de derechas y una economía de izquierdas. Hay una economía científicamente correcta y otra economía plagada de fantasía, de conformismos y de vacuo voluntarismo. En este contexto se desarrolla la profunda y compleja reflexión del profesor Salin en el presente libro y su respuesta a preguntas como las siguientes: Por qué hay que suprimir la legislación sobre la competencia, instaurar la libertad de inmigración, suprimir el monopolio de la Seguridad Social o recurrir a las privatizaciones para resolver los problemas ecológicos? Por qué el euro no es una invención liberal? ¿Por qué la globalización es preferible a la integración regional? Por qué la política de estabilización es una fuente de inestabilidad económica? El Autor propone una nueva y profunda evaluación del pensamiento liberal, basada en el protagonismo absoluto del individuo y de sus derechos frente al prepotente e ineficaz intervencionismo estatal una contribución iconoclasta a los debates sobre los principios y la filosofía que deben guiarnos. Y establece los fundamentos para responder a la pregunta de si el liberalismo -verdadero humanismo-, basado en los tres principios que son la libertad, la propiedad y la responsabilidad, es la única auténtica utopía realista que autoriza la más bella esperanza para nuestro tiempo: la confianza optimista en el individuo.