Los estudios sobre marcadores del discurso se han centrado fundamentalmente en los conectores, pero los operadores presentan una mayor frecuencia de empleo y facilitan al hablante la expresión de todos los matices relativos a su posición ante el contenido transmitido y su interlocutor. En el campo de la argumentación son los encargados de mostrar la orientación y fuerza de los argumentos. Su inserción determina la carga persuasiva de un mensaje. Aparte de la variedad de contenidos procedimentales que pueden expresar, constituyen un campo muy productivo en la lengua coloquial. Se están generando continuamente formas con las que se busca la mayor expresividad, pero también generar inferencias cada vez más sutiles. Además, desde el punto de vista macrosintáctico, muestran un comportamiento distribucional específico en el que la marginalidad y la función periférica en el enunciado son determinantes para su fijación. La obra que presentamos quiere ofrecer un panorama lo más completo posible del campo de los operadores argumentativos, hasta ahora disperso, para conocer su funcionamiento, complejo, multidimensional, siempre en consonancia con la necesidad expresiva del sujeto argumentante. Este modula su comunicación buscando el mejor modo de llegar al otro y convencerlo.