Érase una vez un castillo en mitad del bosque. Al principio fue una fortaleza, luego fue una granja hasta que los hombres que la explotaban la abandonaron dejando allí, olvidados, a unos pocos animales que fundaron una república. Por desgracia, el egoísmo y el paso del tiempo han erosionado esa utopía animal. Hoy es gobernada por una casta privilegiada mientras que el resto se resigna, se indigna o se rebela. Pero ¿cuál es la forma más efectiva de cambiar las cosas