En Consumir preferentemente no se hacen concesiones, no se encuentran ni romanticismos gratuitos ni sensiblerías, muy al contrario, el poeta le fija al amor la fecha de caducidad que le corresponde, el justo dolor con el que ha de enfrentarse, y lo presenta a través de un recorrido novedoso: puede usted adquirirlo al pasar por la caja rápida o en la sección de oportunidades, pero estas oportunidades las da la vida.