Desde los comienzos del cristianismo hubo hombres y mujeres modélicos en la Fe, que por su extraordinaria fortaleza moral se sacrificaron, e incluso se sometieron al martirio, con la única esperanza de alcanzar la existencia eterna junto a Dios. El testimonio de sus vidas, junto a la festividad que la Iglesia les otorga y una oración personalizada es el mejor homenaje a los santos y santas que indican a los creyentes el camino a seguir.