¿Cómo veía la gente el arte en la Edad Media? ¿Cuáles eran sus métodos de producción? ¿Cómo eran las formas de pago y como se usaba? ¿Por qué resultaba tan necesario para las actividades sociales -entre ellas la enseñanza, las procesiones civiles y la obra misionera- así como para la arquitectura y el mundo del libro? Más allá de las visiones histórico-artísticas más tradicionales, como las cronológicas o las estilísticas, el presente libro aborda desde nuevas perspectivas cuáles eran las funciones que desempeñaba la obra artística en la sociedad medieval, al tiempo que traza muchos de sus progresos que resultaron cruciales, entre ellos el desarrollo de un arte profano y de una narrativa histórica, así como el surgimiento del retrato individual. El resultado es un novedoso panorama del mundo medieval, de sus instituciones, gentes y hechos, que abre a estudiantes e investigadores (no sólo en el ámbito de la Historia del arte) nuevas y fructíferas vías de análisis y estudio del arte medieval.