A comienzos del siglo XVI la poesía cancioneril y tradicional está minada por los tópicos. La incorporación de temas y metros italianos por parte de Boscán y Garcilaso renovará la lírica. Los poetas integrantes de una «segunda generación petrarquista», pertenecientes a las escuelas de Salamanca y Sevilla, abrirán el camino estético de las dos grandes corrientes poéticas barrocas: el conceptismo y el culteranismo. En la presente antología se recogen ejemplos significativos de todas estas tendencias, a través de algunas de las obras más destacadas de los principales autores del periodo, de Garcilaso y Boscán a Quevedo y Góngora, pasando por Lope de Vega, san Juan de la Cruz o sor Juana Inés de la Cruz.