El entusiasmo del público y de la crítica por esta obra juvenil ha crecido con el tiempo y ha transformado «Veinte poemas de amor» en uno de los libros clásicos de la poesía amorosa contemporánea;un libro que se aleja de la experiencia modernista y anticipa las claves de la escritura posterior de Neruda. Aparentemente, Neruda utiliza todos los ingredientes del repertorio romántico: canta al amor sensual y apasionado, evoca la nostalgia por la mujer ausente y da cuenta, a la postre, de la separación y la ruptura definitiva. Pero el poeta no canta el sentimiento melancólico becqueriano, ni la felicidad rebosante de la conseguida plenitud erótica, sino sólo el amor ligado a la existencia.