Los jardines pueden consolar, calmar y elevar el ánimo, pero también pueden desconcertar y provocar, y este es el valor filosófico que se ha perpetuado hasta la era contemporánea. Esta fascinante obra explora la relación íntima de grandes figuras históricas entre otros, Proust, Rousseau, Orwell o Dickinson con los jardines que tanto amaban y revela los profundos pensamientos que se llevaron a cabo al aire libre. Los jardines son una manifestación de la naturaleza al tiempo que son una metáfora de la condición humana, de allí su esencia filosófica y la belleza de este libro.