Un invierno, Kyo Maclear se sintió perdida. Poco antes, su padre había enfermado. Ya no era capaz de crear como escritora y su trabajo no le proporcionaba consuelo ni aportaba sentido a su vida. Pero entonces Kyo conoció a un músico apasionado por los pájaros que le demostró como, a través de la observación de las aves, podía conseguir que sus preocupaciones se desvanecieran. Kyo acompañó al músico durante un año en sus expediciones ornitológicas. Los sonidos de los pájaros en la ciudad les recordaban la necesidad de levantar los ojos y contemplar el mundo. Una reflexión íntima y delicada acerca de la creatividad y la vida, que se lee como una guía práctica de todas las cosas pequeñas pero significativas.