Segunda entrega de los imprescindibles diarios de Rafael Chirbes, que deslumbran por su lucidez, honestidad y desgarro. Son los años de la lenta gestación, llena de dudas que lo llevan incluso a plantearse abandonar la literatura, de la novela que le supondría la consagración definitiva: Crematorio. Son también años de incertidumbres personales: del abandono definitivo de su trabajo en la redacción de Sobremesa, que le da una nueva libertad;de amigos que fallecen;de fugaces encuentros sexuales, entre el deseo y la decrepitud, porque el cuerpo ya no es joven;de crecientes desengaños... Pero siguen muy vivos los entusiasmos de siempre;las películas clásicas que traen momentos de felicidad y las lecturas incansables, sagaces y variopintas: Montaigne, La Celestina, La Regenta, Baudelaire, los cuentos de Poe, la Suite francesa de Némirovsky, los diarios de Jünger, Ellroy... Y también los viajes a varias ciudades: Nueva York, Berlín, París, Barcelona...