Mark Rowlands, un joven profesor de filosofía, vivió durante más de diez años con un lobo llamado Brenin, y gracias a él comprendió el sentido de la vida. Esta es la historia de cómo Mark cambió su visión de sí mismo y del mundo compartiendo su día a día con Brenin en diversas ciudades, y de cómo poco a poco descubrió una nueva forma de entender la amistad, la felicidad y la justicia. El filósofo y el lobo mezcla la sabiduría de filósofos como Nietzsche, Heidegger o Epicuro con la del lobo, y nos enseña a ser más felices y mejores personas con mucho amor e infinita ternura. En algún lugar recóndito de nuestra alma pervive el recuerdo del lobo que una vez fuimos. Las enseñanzas del profesor Rowlands nos ayudan a reencontrarnos con él.