Por derecho propio, «La Estrella de la Redención» se ha convertido en la obra maestra del más genial filósofo alemán judío. Es, asimismo, el trabajo que orientó su proyecto intelectual y el propósito de su corta vida. Frente a la tradición filosófica clásica, y especialmente frente a la sistemática hegeliana, Rosenzweig construye un pensamiento nuevo, crítico y completo. En él establece las vías y las fases de la experiencia humana, pero situando en el centro no a los griegos, sino la Biblia y la literatura sagrada del pueblo de Israel, donde el Día del Señor se convierte en la metáfora que es capaz de explicar la realidad, el hombre y la historia. Se trata, pues, de reemplazar el conjunto entero de las categorías y de los valores de la filosofía elaborada desde Parménides hasta Hegel, al considerar que ha llegado a una vía muerta que apenas aporta ya sentido. En definitiva, es necesario y urgente pensar desde nuevas categorías y elaborar una nueva metafísica que responda desde la verdad y el bien a las expectativas y anhelos, a los interrogantes, dudas y tragedias que experimenta el hombre contemporáneo. Franz Rosenzweig (1886-1929) está considerado el más grande e innovador filósofo judío desde los tiempos de Espinosa hasta la Catástrofe. El redescubrimiento del judaísmo, la participación en la Primera Guerra Mundial, la fundación en Frankfurt de la Escuela judía y la esclerosis amiotrófica lateral que sufrió los últimos ocho años de su vida determinaron su existencia y su pensamiento.