En un mundo que se va haciendo cada vez más pequeño, la relación entre las religiones y las culturas ha llegado a ser una cuestión apremiante. Las distintas religiones tienen ante sí el doble reto de vivir concordemente y contribuir a la educación del género humano para alcanzar la paz. La fe cristiana se ve afectada especialmente por esa problemática, porque desde su origen y por su misma esencia pretende dar a conocer y proclamar universalmente al único Dios verdadero y al único Salvador de toda la humanidad. ¿Podrá seguir manteniéndose hoy esa pretensión absoluta? ¿Cómo se compaginará con la búsqueda de la paz entre las religiones y entre las culturas? ¿Puede conocerse la verdad en el ámbito de la religión y de la fe?