Toda vocación religiosa exige a quien la experimenta una reflexión prolongada, una decisión ponderada y una opción perseverante. Y eso implica inclinaciones interiores, diversas mociones y el reto de lograr un objetivo. Por eso la llamada de Dios ha de ser comprendida mediante un discernimiento antropológico y espiritual. En este libro se recogen los criterios eclesiales para este discernimiento y se ofrece un procedimiento para realizar el examen vocacional: un método para conducir la entrevista, un esquema para estructurar el análisis o valoración vocacional y algunas sugerencias para el informe final.