Una de las grandes preocupaciones del beato Santiago Alberione fue la necesidad de tener una sólida formación humana, especialmente para los jóvenes. Al igual que hizo con los escritos de Alberione sobre la forja del carácter del cristiano en «La santificación de la mente», el P. José María Fernández Lucio, haciendo uso de los textos del Beato recogidos en su obra «Alma y cuerpo», y extrayendo de ellos los principios fundamentales de la pedagogía humana y cristiana, señala y profundiza en los valores y actitudes que debe desarrollar toda persona en vistas a su crecimiento integral. Teniendo en cuenta este objetivo, la obra se estructura en los siguientes puntos: la formación humana, la conciencia social, el trabajo, la Providencia, el cuerpo y la conciencia.