A partir de la respuesta de María en la Anunciación se cumplieron de forma definitiva todas las promesas de Dios sobre la salvación de la humanidad. Con esta idea de fondo, y consciente de que todo lo que podamos decir de María nos conduce a Jesucristo, el autor analiza en detalle su figura a través de las menciones que se hacen de ella en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamento (a modo de profecías), como en los evangelios (repasando su vida junto a su hijo), en los Hechos de los apóstoles (en referencia a su papel como Madre de la Iglesia) y en el Apocalipsis (pues también jugará un rol en la segunda venida de Jesucristo). Nos revela así, a María modelo de fe, esperanza y amor, icono de la Pascua, ejemplo de acogida de la Palabra y de compromiso con el prójimo, y modelo de misericordia.