La oración de acción de gracias es un modo de mirar la vida desde la humildad. Nos ayuda a centrar la atención en nuestro alrededor y nos permite tomar conciencia de las bondades que nos rodean, abriéndonos a la belleza y a la bondad presentes en el universo y, por tanto, contribuyen a la construcción de un mundo más humano, más amable y mejor para todos. En estas oraciones, 150 en total, José Carlos Bermejo nos invita a reconocer esa bondad en las cosas más insospechadas, por cotidianas y cercanas (la corriente eléctrica, la nieve, la paz, las caricias, los aniversarios, el mundo digital...), y a elevar con él una humilde y sencilla plegaria de agradecimiento a Dios por cada una de ellas.