La historia de Sara, una de las grandes matriarcas bíblicas, puede leerse en el libro del Génesis, concretamente en los capítulos 12-23. Mediante la hermenéutica de la imaginación creativa, Ana Unzurrunzaga recrea la trama narrativa, apoyándose en la exégesis y el contexto de los textos bíblicos, para releer, desde el punto de vista de Sara, uno de los relatos fundacionales del Pueblo de Dios. Sara es mucho más que la mujer de Abrahán: es matriarca de un pueblo, pues en ella y en su maternidad se cumple la promesa de Yavé a Abrahán, constitutiva de la Alianza.