La historia de Domingo de Guzmán comienza en Caleruega, una pequeña villa castellana del valle del Duero perteneciente a la diócesis de Osma, en el año 1170. Una vida breve pero tan fructífera que el movimiento religioso que funda en plena Edad Media dura ya 800 años y alcanza desde entonces todas las coordenadas geográficas e históricas. Pero, curiosamente, y pese a su brillantez, el fundador de la orden dominicana es casi un desconocido para el gran público e incluso para buena parte del religioso. Las protagonistas de Invisibles, nieta y abuela, regresan en esta nueva novela de Isabel Gómez-Acebo para profundizar, por medio de sus conversaciones de mesa camilla, en la biografía de santo Domingo, un santo olvidado pese al incalculable valor de su legado.