Frente a la «desorientación antropológica que caracteriza ampliamente el clima cultural de nuestro tiempo», surgida de diversas formas de una ideología de género que promueve una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer, la Congregación para la Educación Católica llama a las educadoras y educadores católicos a transformar positivamente los desafíos actuales en oportunidades, siguiendo los senderos de la escucha, la razón y la propuesta cristiana.