Un libro que recoge las situaciones absurdas y grotescas que se producen en los institutos y en los hogares en época de exámenes. Excepto «aprobar» no hay un solo verbo que se combine con la palabra «examen» sin resultar aterrador: hacer un examen (horror), suspender un examen (horror doble) o corregir un examen (horror máximo). Nuestra idea era que este libro acabase con esta pesadilla. Un libro para que los estudiantes aprueben. Y para que los padres no tengan que volver a preparar el temario de la ESO con sus hijos. Y hasta ser capaz de corregir solito los exámenes y tragarse las juntas de evaluación. ¿Lo hemos conseguido? (Silencio culpable). No. A cambio, hemos preparado un libro que no os va a ayudar en nada, pero que sí esperamos que os despierte unas cuantas risas. Y quien nunca haya dicho que «le daba la media» o se haya olvidado de poner un nombre en el examen, que tire la primera tiza.