En este estudio, el autor aborda la violencia en las relaciones de pareja y entre hijos y padres, desde el punto de vista de la salud mental. Basándose en datos de investigación y en la experiencia clínica, el libro ofrece una guía sobre dos aspectos fundamentales: la experiencia de la violencia por parte de las víctimas y los victimarios, y cómo se interviene desde un punto de vista clínico. Profundizar en estos aspectos ayuda al profesional a adoptar actitudes más realistas y empáticas a la hora de intervenir. La propuesta de intervención se presenta en forma de protocolos, sobre qué hacer y cómo, dando respuesta a aquellos problemas de mayor relevancia clínica de víctimas y agresores. A la visión centrada en el individuo se añade la sistémica, que incorpora el papel de la red social (familiares, amigos, policía y judicatura), presentando la cuestión de la violencia como un problema en el que la sociedad juega su papel, pero de la que también es su solución.