Tras la muerte de sus padres, John se traslada de Inglaterra a Haití, donde reside su tío Philip, encargado de su custodia. Su vida en este nuevo país va a estar marcada por el signo de lo misterioso, de lo incomprensible, de lo macabro... Pero nada de esto podía suponer John cuando emprendió el viaje rumbo a Haití, un lugar donde, entre otros horrores, vería caminar a los muertos. Una historia que atrapa de principio a fin y que se lee con angustia y emoción.